Llamamos "ayuno" a la privación voluntaria de
comida durante algún tiempo por motivo religioso, como acto de culto ante Dios.
En la Biblia el ayuno puede ser señal de penitencia,
expiación de los pecados, oración intensa o voluntad firme de conseguir
algo.
El ayuno es símbolo y expresión de una renuncia a todo
aquello que nos impide realizar en nosotros el proyecto de Dios.
El ayuno debe ser un gesto de solidaridad efectiva con los
que pasan hambre (es decir, ayunan forzosamente) trabajando por la eliminación
de toda la injusticia en la vida personal y social, y por la liberación de toda
opresión, explotación y corrupción.
Tal vez se trate de hablar menos, de hacer menos gestos
superfluos, de perder menos tiempo frente al televisor para entregarlo a
alguien que necesite nuestra asistencia. Por eso el ayuno tiene que ir unido a
la limosna, al gesto caritativo, que es también una acción preferencial de la
Cuaresma.
Ayuno y Abstinencia
- El ayuno consiste en hacer una sola comida al día.
- La abstinencia consiste en no comer carne.
- Son días de abstinencia y ayuno: Miércoles de Ceniza y
Viernes Santo.
- La abstinencia obliga a partir de los 14 años.
- El ayuno de los 18 hasta los 59.
- Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser
(espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozcamos la necesidad
de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y
para el bien de la Iglesia. Pero, ¿de qué ayunamos?
- Ayuna de juzgar a otros. Descubre a Cristo que vive en
ellos.
- Ayuna de palabras hirientes. Llénate de frases sanadoras.
- Ayuna de descontento. Llénate de gratitud.
- Ayuna de enojos. Llénate de paciencia.
- Ayuna de pesimismo. Llénate de esperanza cristiana.
- Ayuna de preocupaciones. Llénate de confianza en Dios.
- Ayuna de quejarte. Llénate de parecio por la maravilla que
es la vida.
- Ayuna de las presiones. Llénate de una oración que no
cesa.
- Ayuna de amargura Llénate de perdón.
- Ayuna de darte importancia a ti mismo. Llénate de
compasión por los demás.
- Ayuna de ansiedad sobre tus cosas. Comprométete en la
propagación del Reino.
- Ayuna de desaliento. Llénate del entusiasmo de la fe.
- Ayuna de pensamientos mundanos. Llénate de las verdades
que fundamentan la santidad.
- Ayuna de todo lo que te separe de Jesús. Llénate de todo
lo que te acerque a Él.
El ayuno junto con la oración y la caridad, ha sido desde
muy antiguo una "practica cuaresmal" como signo de la conversión
interior a los valores fundamentales del evangelio de Cristo.
Cuaresma: Tiempo de preparación para la pascua del Señor
mediante la oración, el ayuno y la entrega de nuestro prójimo; Tiempo de
conversión para volver a Dios Padre misericordioso.
Fuente: