Argentina
Fiesta Central: 8 de Mayo
A
60 kilómetros al oeste de Buenos Aires se halla la villa de Luján. En
1630 no había en aquel paraje ningún rastro de población y sólo era
frecuentado por las caravanas de carretas y las rescuas de mulas
tucumanas que bajaban o subían del puerto de Buenos Aires.
Sucedió
que un portugués dueño de una estancia, a cuarenta leguas de la ciudad,
trató de erigir en ella una modesta capilla dedicada a la Inmaculada
Concepción de la Virgen. Para esto le pidió a un amigo de Brasil que le
envíe una imagen pequeña de la Virgen en aquel misterio. Su amigo le
envió dos imágenes en bulto: una que representaba a María en su
Inmaculada Concepción y que hoy se venera en el santuario de Luján y
otra que tenía en sus brazos al Niño Jesús y ahora es venerada en
Sumampa.
Partió entonces de Buenos Aires el encargado de conducir
las imágenes. En la tarde del tercer día se detuvo la caravana para
pasar la noche y al día siguiente el conductor de las imágenes preparó
los bueyes para proseguir el viaje pero éstos no se movían. Vinieron en
su ayuda troperos y peones pero no tuvieron suerte. Finalmente juzgaron
que era necesario aliviar el peso de la carreta. Descargaron las
imágenes y en ese momento los bueyes pudieron moverse con facilidad.
Queriendo cerciorarse si el obstáculo provenía de las imágenes las
pusieron nuevamente en la carreta y no se pudo mover. Entonces viendo
que las imágenes se querían quedar en aquel lugar decidieron que una de
ellas permaneciera en la Cañada y la entregaron al dueño de esas
tierras. La fama del prodigio corrió hasta Buenos Aires y no faltaron
quienes emprendieron un viaje a Luján para contemplar la imagen.
En 1887 la imagen fue coronada canónicamente por el Papa León XIII.
Bolivia
Nuestra Señora de Copacabana
Fiesta Central: 5 de agosto
A
orillas del Lago Titicaca, en las fronteras del Perú y Bolivia y
recostado sobre una colina, se levanta el santuario de Copacabana. En el
pequeño pueblo de Copacabana los indígenas vivían divididos en dos
grupos, los Anansayas y los Urinsayas. A pesar de haber recibido la fe,
los indios vivían apegados a sus antiguas supersticiones. Malas cosechas
y otras desventuras obligaron a los indios a pensar en atraerse los
favores del cielo y resolvieron los Anansayas erigir una cofradía y
ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Se opusieron
los Urinsayas alegando que ellos tenían pensado dedicarla a San
Sebastián, pero al final no se hizo nada. Un buen indio llamado
Francisco Tito Yupanqui no abandonó la idea y concibió el proyecto de
labrar una imagen de la Virgen pensando que una vez hecha y trasladada
al pueblo sería más fácil establecer la cofradía propuesta.
Ensayó
primero labrando con sus manos una efigie de barro que salió tan tosca
que se la mandaron retirar de la Iglesia. Se dirigió a Potosí para
aprender allí algo de escultura y luego a La Paz donde conoció a un
maestro escultor español que lo ayudó a decorar la imagen. En La Paz
supo que les había sido dada la licencia para fundar la cofradía de la
Virgen en el pueblo. Este hecho motivó a Yupanqui a terminar su obra.
Los Urinsayas admitieron fundar la cofradía, pero no aceptaron la efigie
labrada, por lo que Yupanqui empezó a buscar compradores. En La Paz, la
imagen llegó a manos del cura de Copacabana quien decidió llevar la
imagen al pueblo. El 2 de febrero de 1583 llegó a los cerros de Guacuyo
la imagen de María. Todo el pueblo salió gozoso a recibirla y con gran
alegría la condujeron a la iglesia donde se celebró una misa en su
honor. El santuario de Copacabana es uno de los más antiguos de América.
El templo actual data de 1805 y la imagen fue coronada durante el
Pontificado de Pío XI.
Brasil
Nuestra Señora de Aparecida
Fiesta central: 12 de octubre
A
unos cuantos kilómetros de Guaratinguetá, villa del Estado de Sao
Paulo, se encuentra el pueblo de la Aparecida, que debe su nombre y
origen al Santuario de la Virgen que fue levantado en 1743. En octubre
de 1716 pasaba por Guaratinguetá con rumbo a Minas, el gobernador de San
Pablo, Pedro de Almeida y Portugal. Los pescadores de la zona querían
darle la mejor atención, por lo que tendieron sus redes al río Parahiba,
pero con escasa fortuna. Viendo esto, uno de ellos llamado Juan Alves,
corrió hasta el lugar denominado Itaguassú y habiendo allí lanzado sus
avíos de pesca, sacó del primer lance entre las mallas de su red una
imagen de la Virgen a la que falta la cabeza.
Volvió de nuevo a
lanzar la red en otra dirección y esta vez logró aprisionar la cabeza de
la imagen. Lleno de asombro ante tal hallazgo, dirigió su barca hacia
la orilla y después de limpiarla descubrió que era una Virgen
Inmaculada. Sus compañeros participaron de esta alegría y animados por
este suceso volvieron a echar sus redes consiguiendo una abundante
pesca. Aún se ignora el cómo vino a parar al río esta imagen pero todo
hace creer que se remonta a los primeros tiempos de la colonización del
Brasil. Los pescadores se llevaron a la imagen y en la casa de uno de
ellos, le arreglaron un sencillo altar. Más tarde otro pescador al
trasladarse a Itaguassú, construyó en su nuevo domicilio un oratorio y
en él puso la imagen, ante la cual los vecinos se reunían para rezar el
rosario y entonar himnos.
En 1904 fue coronada canónicamente, y en 1930 Pio XII la nombró Patrona de Brasil.
Chile
Nuestra Señora del Carmen de Maipú
Fecha central: 16 de julio
Todo
parecía indicar que fueron vanas las tentativas de emancipación,
emprendidas por los patriotas de Chile, cuando el 5 de enero de 1817 el
ejército de los Andes se disponía a atravesar la cordillera. Las fuerzas
militares tenían como generala de las tropas libertadoras a la Virgen
del Carmen. Luego de atravesar la barrera de montañas y en vísperas del
combate, los combatientes pidieron el auxilio de la sagrada imagen. Un
año más tarde en Maipú se llevó a cabo la batalla final que estuvo a
cargo del Supremo Director O´Higgins.
Los combatientes se
reunieron en la Catedral y renovando el juramento de tener por patrona a
la Virgen del Carmen, prometieron si se consolidaba la victoria,
construirle un templo en el mismo campo de batalla. La victoria coronó
los esfuerzos de los patriotas y O´Higgins colocó la primera piedra del
futuro templo. El templo tardó en construirse y fue bendecido el 5 de
abril de 1892.
En 1923 fue nombrada como Patrona de Chile y en 1926 fue coronada solemnemente.
Colombia
Cuenta
la tradición que entre los primeros conquistadores del Nuevo Reino de
Granada, Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y
Chiquinquirá, era especialmente devoto de la Virgen del Rosario. Por
este motivo fabricó en el pueblo de Suta su dormitorio y pequeña
capilla. Deseando poner en ella una imagen de la Madre de Dios, mandó
pintar una imagen de Nuestra Señora del Rosario en una manta de algodón.
Era la manta más ancha que larga y para que no quedasen en blanco los
campos que quedaban a ambos lados de la Madre de Dios, mandó pintar a
San Andrés Apóstol y a Santa Antonio de Padua uno a cada lado. Luego que
recibió la imagen, acomodó el lienzo en un bastidor de madera y lo
expuso en el altar de la capilla.
Pasaron algunos años y el
desaseo y la humedad deterioraron el lienzo, que apareció roto por
varias partes y la pintura estaba casi borrada. A la muerte de Don
Antonio, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá llevándose consigo el
cuadro al que colocó en una capilla. Diez años más tarde vino a aquel
lugar una piadosa mujer llamada María Ramos, cuñada del difunto Santana,
quien reparó el cuadro y lo expuso en el mejor lugar de la capilla. Un
viernes, 26 de diciembre de 1586, se disponía a salir de la capilla,
cuando una india cristiana le llamó la atención hacia la imagen, que
aparecía rodeada de vivos resplandores. Volvió el rostro María Ramos y
fue grande su asombro al advertir la transformación que se había obrado
en el lienzo, cuyos colores, antes tan borrosos y desteñidos, aparecían
ahora vivos y claros.
Pio VII la declaró patrona de Colombia en 1829 y fue coronada canónicamente en 1919.
Ecuador
Fiesta central: 21 de noviembre
Hacia
el año 1585 existía cerca de Quito una tribu de indios, llamados
Oyacachis. Convertidos a la fe desearon poseer una imagen de la
Santísima Virgen. Los indios de Lumbicí mandaron hacer una estatua al
escultor quien al final se las vendió a los indios Oyacachis. La
llevaron al pueblo y la vistieron con una sencilla túnica tejida.
Buscando un sitio apropiado donde colocarla, toparon con un nicho cavado
en una dura roca y allí la colocaron. En aquel improvisado altar,
comenzaron a venerarla los indios y -según cuentan- la Virgen agradecida
por sus obsequios, empezó a derramar sobre ellos sus gracias. La fama
de la Virgen de Oyacachi se extendió por la comarca y entonces pensaron
los indios trasladarla y edificarle una Iglesia. En Oyacachi permaneció
la milagrosa imagen alrededor de 15 años, pero a fines del siglo XVI, se
trasladó al pueblo de Quinche donde se le erigió un templo. La imagen
es de madera, de unos 62 centímetros de altura y se halla cuidadosamente
tallada y adornada.
La imagen fue coronada canónicamente en 1943 y su fiesta se celebra el 21 de noviembre.
Paraguay
Nuestra Señora de Caacupé
Fiesta central: 8 de diciembre
A
fines del siglo XVI un indio converso, de oficio escultor, se internó
en el monte y se encontró con una partida de salvajes Mbayaes de los
cuales logró escapar, ocultándose tras un grueso tronco. En los
angustiosos momentos que pasó en su escondite, pidió a la Virgen salir
con vida de aquella aventura. Libre de aquel riesgo, labró una imagen
con el mismo tronco que le había cobijado como le prometió a la Virgen.
En el año 1603 el lago Tapaicuá se desbordó e inundó todo el valle de
Pirayú arrasando todo lo que estaba a su paso incluso la imagen de la
Virgen. Sin embargo al retroceder las aguas milagrosamente apareció la
imagen de la Virgen que el indio había labrado. Los pobladores
comenzaron a difundir su devoción y comenzaron a invocarla con el nombre
de “Virgen de los Milagros”. Un devoto vecino, llamado José y
carpintero de oficio, le labró una modesta ermita y en ella empezó a
recibir culto la Virgen de Caacupé. La imagen e Ntra. Sra. de Caacupé es
pequeña, de poco más de cincuenta centímetros. Es Inmaculada y sus pies
descansan sobre una pequeña esfera, ciñendo su talle una faja blanca de
seda.
Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta de María de
Caacupé y los peregrinos llegan por millares al Santuario a demostrar su
amor y gratitud a la Madre de todos, a la “Virgen Azul de Paraguay”.
Uruguay
Virgen de los Treinta y Tres
Fiesta central: 2do domingo de noviembre
En
el antiguo pueblo de Pintado, hoy Villa Vieja, a unos veinte kilómetros
al oeste de la ciudad de Florida, en la república del Uruguay, se
erigió a fines del siglo XVIII una capilla que recibió el nombre de
Capilla del Pintado. En ella se rendía culto a una Virgencita, que según
los informes más probables, había sido enviada por los jesuitas desde
Paraguay a mediados del mismo siglo. Cuando a principios del siguiente
siglo, el vecindario del Pintado logró la construcción de una parroquia,
los principales pobladores, se consagraron a su Patrona la Inmaculada,
bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján. Su primer párroco, el
presbítero Santiago Figueredo, en vista de la pobreza y aridez de
aquellos terrenos resolvió trasladar la parroquia a otro lugar más
cómodo y propicio para el culto de la Virgen.
Acudió al Cabildo de
Montevideo y una vez obtenido el permiso, los vecinos del Pintado se
trasladaron a la que hoy es la ciudad de Florida. En este lugar se
construyó otra capilla y se colocó a la Virgen de Luján. Al pie de esa
imagen el 25 de mayo de 1825 se inició la lucha por la independencia de
Uruguay. El mismo año los jefes orientales inclinaron la bandera
tricolor ante la imagen de la Virgen, llamada desde entonces la Virgen
de los Treinta y Tres. El 25 de agosto los convencionales del Congreso
de la Florida después de suscribir el acto de la independencia en un
rancho situado al lado de la Iglesia de la Virgen, se dirigieron a Ella y
arrodillados al pie de la sagrada imagen, le pidieron que fortaleciera
sus corazones y les diera valor para llevar a feliz término sus anhelos
de emancipación. El triunfo coronó sus esfuerzos y la devoción a la
Virgen de los 33 quedó ligada a la libertad de Uruguay.
La imagen
fue coronada canónicamente en 1961, por concesión del Papa Juan XXIII,
quien al año siguiente la proclamó oficialmente “Patrona del Uruguay”.
La fiesta de la Virgen de los Treinta y Tres se celebra el segundo
domingo de noviembre con una peregrinación a su Santuario desde todos
los lugares de la nación.
Venezuela
Desde
mediados del siglo XVII los religiosos capuchinos empezaron la
evangelización de la comarca de Guanare. En una de las tribus indígenas
evangelizadas se originó el culto a Nuestra Señora de Coromoto. Según
cuenta la tradición, cuando se disponían los indios Cospes a ser
bautizados, el cacique se negaba rotundamente a participar. En setiembre
de 1651, el cacique se encontró con un vecino de la villa del Espíritu
Santo, llamado Juan Sánchez y durante la conversación el indio le contó
que una Señora muy hermosa se le había aparecido en una quebrada y le
había dicho que recibiera el agua del Bautismo. Juan Sánchez le exhortó a
seguir las indicaciones de la aparición y prosiguió su ruta.
Al
mismo tiempo algunos niños, hijos de los conversos, confesaron que una
Señora muy bella se les aparecía cuando iban a recoger agua. Esto hizo
que los indios miraran con respeto aquel lugar y que utilizaran el agua
que allí manaba para curar a sus enfermos. Sin embargo pasó un año y el
cacique no daba muestras de querer convertirse a la fe cristiana. El 8
de setiembre de 1652, la Virgen se le apareció al Cacique, en la misma
puerta de su choza y según se cuenta éste la amenazó con su arco pero la
Virgen le cegó con sus resplandores y desapareció, dejando en sus manos
una pequeña imagen suya. Luego de esto el Cacique se convirtió y se
bautizó. Juan Sánchez al tener noticia del suceso, mandó recoger la
imagen y desde entonces se la comenzó a venerar bajo el título de
Nuestra Señora de Coromoto. El 7 de octubre de 1944 , el Papa Pío XII la
declaró “Patrona de la República de Venezuela” y su coronación canónica
se celebró tres siglos depués de la aparición, en 1952.
Los venezolanos celebran su fiesta tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de setiembre.